miércoles, 29 de febrero de 2012

Influencia Social en el Cerebro Adolescente


Existen unas nuevas redes neuronales que se activan en determinadas zonas del cerebro, específicamente en el sistema límbico, encargado de dar las respuestas emocionales. Por el comportamiento y las respuestas de los jóvenes, los neurocientíficos se dieron cuenta de que el sistema límbico ha adquirido protagonismo en su conducta, porque están en permanente contacto con experiencias emotivas propias o de los otros. "Así, se ha demostrado que las decisiones no sólo se centran en lo analítico, sino también en lo emotivo y en el contexto en que se toman", dice Miguel Arias.

Cada vez que aprendemos se generan conexiones nuevas. Al exponerse al contenido de las plataformas virtuales, como el de un fotolog, los jóvenes aprenden a reconocer el estado anímico de sus pares. Es el mismo fenómeno que se da en el encuentro cara a cara, con la diferencia de que en la red se trata de un contacto con retroalimentación inmediata y además, con cientos de personas a la vez. Esto, según el psicólogo Arias, desarrolla enormemente la capacidad de empatizar de los adolescentes, relacionada precisamente con el sistema límbico.

Según Arias, también se favorece el funcionamiento más integrado de los hemisferios cerebrales y las experiencias holísticas. Es así como las personas que funcionan con este nuevo cerebro 2.0 "aprecian cosas distintas, como la colaboración y la participación temática por intereses. Se crean redes sociales que operan con la lógica de la conectividad, que exige elementos afectivos y de participación".

Por eso, explica el psicólogo, cuando la generación 2.0 se desenvuelve en el mundo está más abierta a relacionarse con nuevas personas sin temor y a trabajar en equipo. "La existencia y la mantención de un fotolog, por ejemplo, requiere de los posteos y comentarios de otros. Todas las vivencias que se tienen adquieren un cariz más familiar. Pero esta generación no es colaborativa porque sí, sino que necesita a otro para alimentar sus páginas web". Pérez y Arias señalan que por lo anterior, su razonamiento es más sofisticado y abstracto. No necesitan estímulos tan concretos. "Tienen un mayor poder de decisión porque son más autónomos y libres".

"Antes, el aprendizaje quedaba reducido a lo meramente cognitivo, pero con el nuevo cerebro se da una vivencia más global, que debe ser significativa para quien lo vive. Los papás de la generación 1.0 creen que los hijos pierden el tiempo cuando se meten a internet, pero no es así. Están aprendiendo mucho y además, se están socializando", explica Arias.

Adquirirían la habilidad de monitorear su aprendizaje, generando el autodesarrollo, el automonitoreo y el autocontrol. Es una nueva forma de pensar. "El cerebro nuevo se estimula más. Es sensible a experiencias que el cerebro 1.0 ni siquiera sabe que existen".

La neuróloga Andrea Contreras, por su parte, asegura que "hoy en día el cerebro adolescente funciona distinto al de una persona de 50 años. Esto se debe a que –por los múltiples estímulos que reciben– el aprendizaje que realizan es mucho mayor que en épocas anteriores, o sea, su capacidad de conocer aumenta". Agrega que hoy los adolescentes son mucho más resueltos, producen más ideas y tienen más recursos para llevarlas a cabo. "Son más productivos, creativos y tienen más iniciativa. También crean más proyectos y resuelven más cosas".

El riesgo es cuando se pierde el equilibrio de la vida y se empieza a vivir a través de estas aplicaciones, que únicamente deberían servir para complementar los vínculos sociales cara a cara. Otro peligro es la disminución de la tolerancia y la capacidad de manejar la frustración, pues esta generación se acostumbró a la respuesta inmediata de sus pares. "La capacidad de espera, y la paciencia empiezan a ser cada vez menos entrenadas. Por el contrario, nos vemos en una sociedad más inmediatista, sobre todo en los jóvenes", sentencia Macarena Pérez.

El cerebro 2.0

El cerebro 1.0

1. Se da más en jóvenes que están siempre conectados a internet y usando su celular.

1. Más común en adultos que no usan fotolog o Facebook, por ejemplo. Es decir, no generan contenidos en internet.

2. Integra ambos hemisferios.

2. Trabaja más con el hemisferio izquierdo.

3. Reorganiza su conducta a partir de la experiencia.

3. Cree que los seres humanos no cambian, son rígidos.

4. Las emociones adquieren relevancia y es más capaz de empatizar.

4. Valora lo lógico y lo racional.

5. Produce, administra y difunde sus propios contenidos. Es emisor y receptor a la vez.

5. Se siente más cómodo con un sistema de información vertical. Es pasivo, sólo receptor.

6. Considera que todas sus acciones virtuales también son una forma de participación. Por ejemplo, opina en foros y tiene causas en Facebook.

6. Entiende la participación sólo a través de la copresencia y la acción directa.

7. Para funcionar requiere de la inteligencia global y el compartir contenidos.

7. Valora la retención y memorización de información.

8. Valora la colaboración. Es más solidario.

8. Es competitivo y más individualista.

9. Forma un consumidor más educado y sofisticado. Hace valer sus gustos y derechos.

9. Genera un consumidor desinformado y poco exigente.

10. Genera retroalimentación y comenta positivamente de los otros y de sí mismo.

10. Le cuesta recibir comentarios positivos ni valorar sus logros.

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